¿Realmente los estiramientos previenen las lesiones deportivas?

Muchos de nuestros pacientes acuden a nuestro centro de fisioterapia en Carmona preguntándonos sobre la efectividad de las técnicas de estiramientos. Es por ello, que hemos realizado una revisión de diferentes artículos científicos junto a nuestra experiencia para explicaros con objetividad: ¿estiramientos si, estiramientos no?

En la actualidad, los estiramientos musculares se han convertido en una técnica ampliamente utilizada tanto en el ámbito deportivo como en el terapéutico. Se aplican tanto de manera preventiva como después de una lesión, y se les atribuyen una serie de beneficios que van desde mejorar la amplitud articular hasta prevenir lesiones musculares y tendinosas, pasando por la reducción del tono muscular, la reparación del tejido y la corrección de desequilibrios musculares, entre otros.

No cabe duda de que los estiramientos han ocupado un lugar importante en la práctica deportiva y terapéutica a lo largo de la historia. Sin embargo, a pesar de su amplia aceptación en la sociedad actual, es importante cuestionar la base científica que respalda esta práctica y comprender los efectos reales que tienen en el cuerpo.

A lo largo de los años, hemos visto una variedad de enfoques en cuanto a cómo estirar, cuándo hacerlo y por qué. Desde los estiramientos con rebote hasta los estiramientos estáticos, desde los estiramientos antes del ejercicio hasta los estiramientos balísticos, y desde mantener un estiramiento durante 60 a 120 segundos hasta hacerlo durante un máximo de 30 segundos. Estos cambios en la forma de estirar han ocurrido sin una clara justificación basada en la evidencia científica.

Uno de los atributos más comúnmente asociados a los estiramientos es la ganancia de amplitud articular. Se ha argumentado que los estiramientos producen un cambio estructural en los músculos al aumentar la longitud de sus unidades funcionales, las sarcómeras. Sin embargo, la realidad parece ser diferente, ya que se cree que la ganancia de amplitud articular se debe en gran medida a una mayor tolerancia al dolor, tanto a nivel periférico como central, lo que permite una respuesta álgica más tardía y, por lo tanto, un mayor rango de movimiento.

En cuanto a la disminución del tono muscular después de un estiramiento, se ha argumentado que los estiramientos ayudan a recuperar el tono muscular previo al ejercicio. Si bien es cierto que ciertos estiramientos pueden inhibir la actividad neuromuscular de la motoneurona, este efecto es máximo durante los primeros 5-10 segundos de estiramiento y vuelve a los valores basales de manera inmediata. Los estiramientos que involucran contracción del antagonista podrían ser más efectivos, pero rara vez se utilizan.

El uso de estiramientos para reducir la rigidez muscular y prevenir lesiones ha sido ampliamente promovido. Sin embargo, la evidencia sugiere que los estiramientos no disminuyen la rigidez muscular a medio y largo plazo. De hecho, podrían aumentar la rigidez muscular si se convierten en un hábito de vida. Esto plantea dudas sobre la efectividad de los estiramientos en la prevención de lesiones.